El
cuadro de la Campana de Huesca que se puede admirar en el Ayuntamiento
de la ciudad, es la representación más difundida de esta conocida leyenda
oscense. Fue pintado en 1880 por el palentino José Casado del Alisal (1832-1886)
durante una estancia en Roma. Se trata de un cuadro al óleo, con unas
dimensiones de 4,69 x 3,62 m., y es propiedad del Museo Nacional de Arte
Moderno, que lo cedió en depósito al Ayuntamiento de Huesca en el año
1950.
La Leyenda de la Campana de Huesca,
aparece por primera vez en la Crónica de San Juan de la Peña (siglo XIV).
En esta Crónica se cuenta que los nobles aragoneses desobedecían a su
rey, Rarniro II el Monje (que fue rey de Aragón entre 1134 y 1137), teniendo
aquellos al reino sumido en el desorden. El monarca decidió entonces pedir
consejo al que había sido su maestro en el monasterio francés de San Ponce
de Torneras, en el que Ramiro había sido monje. Su antiguo maestro,
condujo al mensajero del rey al huerto del monasterio y por toda respuesta,
cortó las coles que más sobresalían diciéndole que contara a su
rey cuanto había visto..
Ramiro, al conocer lo sucedido, comprendió
que el huerto simbolizaba su reino y que las coles eran sus nobles más
poderosos. Decidido ya a terminar con la nobleza,
el rey convocó Cortes en Huesca, pretextando para ello que quería hacer
una campana tan grande, que se oyera en todo el reino. Pero cuando los
principales nobles llegaban a palacio, los hombres de Ramiro los detenían
y decapitaban de inmediato. Tras este castigo, Ramiro II consiguió devolver
la paz a su reino.
La Crónica de San Juan de la Peña
cifra en 15 los nobles ejecutados. Casado del Alisal sólo ha pintado 13
cabezas, pero ha querido formar con ellas una campana: doce cabezas forman
un circulo en el suelo, como si fueran la base de la campana, y otra más
(la del más rebelde según cuentan) está colgada de una cuerda
a modo de badajo. La escena representada en el cuadro recoge el momento
en que Ramiro II muestra su terrible campana al resto de sus nobles.
De acuerdo con una tradición muy
arraigada en Huesca, el lugar en que se sucedieron tan sangrientos hechos
es la sala del palacio de los reyes de Aragón (que forma parte en la actualidad
del Museo Provincial) conocida como Sala de la Campana.
Pero, ... la Campana de Huesca, ¿es
sólo una leyenda o esconde una realidad histórica?.... La historia de
un gobernante que solicita consejo sobre cómo afianzar su poder y obtiene
como toda respuesta el corte de unas plantas (tras lo que decide ejecutar
a sus súbditos más poderosos), aparece ya en distintos autores de época
griega y romana (Herodoto, Aristóteles, Tito, ... ). Ello parece indicar
que la leyenda de la Campana de Huesca copia estos modelos antiguos y
no está basada por tanto en hechos históricos.
Sin embargo, sabemos que sí ocurrió
algo extraño con la nobleza en este momento. Los Anales Toledanos
Primeros dan esta noticia para el año 1136, durante el reinado
de Ramiro II: "Mataron las potestades en Huesca". Y por la Crónica
de un historiador árabe, lbn Idari, conocemos que el rey aragonés ordenó
decapitar a siete de sus principales nobles, porque habían asaltado una
caravana musulmana de mercancías que se dirigía a Huesca, violando con
ello el tratado de paz que Rarniro el Monje había concertado con el gobernador
árabe de Valencia y Murcia. Estos hechos están probablemente en el origen
histórico de la leyenda de la Campana de Huesca, y posteriormente fueron
embellecidos en la Crónica de San Juan de la Peña a partir de historias
tomadas de la Antigüedad clásica.
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