El MPEG-1 Audio Layer III o MPEG-2 Audio Layer III, más comunmente
conocido como MP3, es un formato de compresión de audio digital
patentado que usa un algoritmo con pérdida para conseguir un menor
tamaño de archivo. Es un formato de audio común usado para música
tanto en ordenadores como en reproductores de audio portátil. MP3
fue desarrollado por el Moving Picture Experts Group (MPEG) para
formar parte del estándar MPEG-1 y del posterior y más extendido
MPEG-2. Un MP3 creado usando una compresión de 128kbit/s tendrá
un tamaño de aproximadamente unas 11 veces menor que su homónimo
en CD. Un MP3 también puede comprimirse usando una mayor o menor
tasa de bits por segundo, resultando directamente en su mayor o
menor calidad de audio final, así como en el tamaño del archivo
resultante.
En una producción musical, los instrumentos emiten
frecuencias que no son audibles para el oido humano. pero que habitualmente
han sido grabados en soportes de reproducción -discos de vinilo,
cassettes, etc., ...-. En el formato mp3, esas frecuencias son desechadas
por no percibidas, con lo que al ratio de compresión del fichero,
hay que unirle esa cantidad de información no grabada, reduciéndose
substancialmente el tamaño del archivo resultante (mp3).
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Este
formato fue desarrollado principalmente por Karlheinz Brandenburg,
director de tecnologías de medios electrónicos del Instituto Fraunhofer
IIS, perteneciente al Fraunhofer-Gesellschaft - red de centros de
investigación alemanes - que junto con Thomson Multimedia controla
el grueso de las patentes relacionadas con el MP3. La primera de
ellas fue registrada en 1986 y varias más en 1991. Pero no fue hasta
julio de 1995 cuando Brandenburg usó por primera vez la extensión
.mp3 para los archivos relacionados con el MP3 que guardaba en su
ordenador. Un año después su instituto ingresaba en concepto de
patentes 1,2 millones de euros. Diez años más tarde esta cantidad
ha alcanzado los 26,1 millones.
Tras el desarrollo de reproductores autónomos, portátiles
o integrados en cadenas musicales (estéreos), el formato MP3 llega
más allá del mundo de la informática.
El formato MP3 se convirtió en el estándar utilizado
para streaming de audio y compresión de audio de alta calidad (con
pérdida en equipos de alta fidelidad) gracias a la posibilidad de
ajustar la calidad de la compresión, proporcional al tamaño por
segundo (bitrate), y por tanto el tamaño final del archivo, que
podía llegar a ocupar 12 e incluso 15 veces menos que el archivo
original sin comprimir.
Fue el primer formato de compresión de audio popularizado
gracias a Internet, ya que hizo posible el intercambio de ficheros
musicales. Los procesos judiciales contra empresas como Napster
y AudioGalaxy son resultado de la facilidad con que se comparten
este tipo de ficheros. A principios de 2002 otros formatos de audio
comprimido como Windows Media Audio y Ogg Vorbis empiezan a ser
masivamente incluidos en programas, sistemas operativos y reproductores
autónomos, lo que hizo prever que el MP3 fuera paulatinamente cayendo
en desuso, en favor de otros formatos, como los mencionados, de
mucha mejor calidad. Uno de los factores que influye en el declive
del MP3 es que tiene patente. Técnicamente no significa que
su calidad sea inferior ni superior, pero impide que la comunidad
pueda seguir mejorándolo y puede obligar a pagar por la utilización
de algún códec, esto es lo que ocurre con los reproductores de MP3.
Aun así, a finales de 2009, el formato mp3 continua siendo el más
usado y el que goza de más éxito, sacando nuevas versiones.
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