Regresa a portada

 Regresa a portada  
 Menú de excursiones ...







      Situada en un gran valle y bañada por el río Aragón Subordán, encontraremos la villa de Hecho que, junto con la vecina Ansó forma parte del Condado Carolingio que estuvo gobernado por Galindo Aznárez. Posteriormente el territorio se independizó, siendo Reino en los tiempos de Ramiro 1, hasta conseguir carta de libertad por orden y mandato de Alfonso I.
      Toda la aldea conserva los tejados de pizarra que cubren las tradicionales casas de piedra con balconadas y Panorámica de Hecho típicas ventanas flanqueando enormes portalones. En el interior, la pieza más importante suele ser la cocina, con el imprescindible hogar ocupando un lugar privilegiado. Tradicional conservadora de las costumbres, la lengua y el folclore puro aragonés, Hecho (Echo, Etxo y otros nombres que ha tenido a través de su historia) fue una notable villa de reconocido abolengo y pasado maderero. Sus bosques proporcionaban abundantes talas de árboles, transportados en descenso por el río Aragón, para convertirse, más tarde, en mástiles para veleros y goletas, o vigas para construcción.
       La preocupación por las costumbres típicas de la zona, ha conseguido encontrar las señas de identidad del traje Cheso, originario del siglo XVI y con varios modelos diferentes para cada ocasión y ceremonia. Normalmente, el traje femenino se acompaña de pañuelos -de vivos colores- para la cabeza, pendientes, y adornos para el cuello. Otra muestra cultural de la población la constituye la celebración de los Encuentros de Arte Internacional del Valle de Hecho, donde participan grupos musicales, pintores, escultores y ceramistas de reconocida fama internacional.
      Tan sólo 2 quilómetros al Norte, se asienta Siresa. En esta aldea, en la primera mitad del siglo IX, se construyó el Real Monasterio. La actual iglesia de La Selva de Oza San Pedro de Siresa se edificó en el siglo Xl, siendo el lugar escogido para la educación del rey Alfonso I El Batallador. El aspecto del monumento se nos aparecerá compacto y tosco, con muros que en algunos puntos superan los tres metros de grosor. La planta es de cruz latina, con ábside circular y una puerta de arquivoltas lisas. En su interior se conservan retablos de notable valor.
      Por último, en un incomparable paraje que parece incorporarse a las próximas montañas, llegaremos a la Selva de Oza. Difícilmente se podría explicar sin imágenes la belleza inconmensurable de la zona boscosa que antecede la llegada a Oza. El camino, que poco a poco se va espesando y poblando de pinos y hayas, parece el mejor cuadro del más exigente pintor.
      Siempre acompañados por el discurrir de las aguas del río, donde vierte su curso el barranco Acherito, encontraremos los tres caminos que conducen hacia la frontera francesa. El primero de ellos es el que sigue el barranco ya descrito; el segundo asciende al Puerto de Palo y el tercero, finalmente rodeará el cauce alto del río Aragón Subordán por los rincones de Aguatuerta y Guarrinza.


 Regresa a Excurisiones ...
     Acceso a Twitter