Antesala
del sector oriental del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido por
el Valle de Pineta, Bielsa, la capital del Alto Cinca se hizo tristemente
famosa durante la contienda civil por el asedio -llamado "bolsa de Bielsa"
de las tropas nacionales a las republicanas y que asoló prácticamente
toda la población. A pesar de ello, su casco urbano, agrupado cercando
su Plaza Mayor, ha recuperado la estructura propia de las localidades
de montaña, convirtiéndose
en una villa sumamente atractiva. La apertura del túnel internacional
que enlaza esta villa con Aragnouet, ha modernizado sus comunicaciones.
La proximidad del Valle de Pineta ha propiciado la llegada masiva de visitantes;
sin olvidar el encanto de las excursiones rurales por el Valle de Gistain,
donde se encuentra la pequeña aldea de Plan: célebre por sus "proclamas
matrimoniales".
El Museo Municipal de Bielsa contiene
un interesante muestrario etnológico. Durante el Carnaval podremos admirar
una gran variedad de máscaras y folclore lugareño, siempre presididos
por un monigote de trapo colgado de la Casa Consistorial, que es quemado
el último día de las fiestas ante todos los vecinos.
Muy cerca de Bielsa se puede visitar
Javierre, y llegar, poco después, al Valle de Pi neta, siempre dentro
de los límites del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. El Valle
de Pineta se encuentra encuadrado en el marco que forman los picos del
Cilindro, Marboré, Astazu, Monte Perdido y Soun de Ramond, estando considerado
como una de las visiones más fantásticas de todo el Pirineo. Ya a la misma
entrada del Valle, el pantano nos ofrecerá una sosegada y bucólica imagen,
y poco después, siguiendo paralelamente el cauce del Cinca, llegaremos
al Parador, punto de partida de excursiones
dificilmente imaginables. Partiendo de este punto podremos disfrutar de
las enormes y espectaculares caídas de agua procedentes de las cimas montañosas,
que parecen rivalizar con empeño en una constante confrontación de belleza
sin igual.
En las inmediaciones del Parador,
y muy cerca del manantial de la Fuente Santa, se encuentra la ermita donde
se venera la imagen de la Virgen de Pineta. La tradición nos asegura que
unos ciudadanos franceses robaron esa imagen, quedando sumidos en un profundo
sueño, después de beber agua de la fuente. Al despertar, abandonaron
lo usurpado y la imagen volvió a su lugar de origen. En la misma
ermita o en el Parador, podemos emprender el camino hacia los llanos de
La Larri y su bella cascada cuyas aguas vierte al río de igual nombre,
y posteriormente al Cinca. Todo ello está muy cerca de los lagos
de la Munia, lugar donde se encuentra su nacimiento.
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